¿Qué es la identidad de una persona? Siendo redundantes, es todo aquello que identifica al sujeto, su forma de ser, sus ideologías, comportamientos, características físicas… su marca individual, diferente a los demás.
Nuestra verdadera identidad es algo que raras y contadas veces compartimos con nuestros seres de confianza, depende de dónde nos movamos será la cara o el profile que mostremos ante ciertas personas. Y lo mismo hacemos en la red. Muchos pueden tener la misma identidad para todas sus páginas, otros varían identidades en diferentes aplicaciones, hay quienes dan santo y seña de lo que son y lo que hacen en la vida real, y los hay quienes se crean alter egos para ser personajes completamente nuevos y diferentes, desconocidos por todos.
Es cierto que a veces es preferible mentir y crear personajes o utilizar seudónimos para identificarnos en Internet y que solo nuestros allegados sepan de ello, pero cuando la persona se identifica tanto con su personaje ficticio al grado de ya no reconocer su identidad real, podría producir serios problemas en el estilo de vida y la salud de dicha persona. Tenemos por ejemplo el juego llamado “Second Life”, donde a veces los jugadores quedan tan inmersos en esa realidad alterna que se olvidan de quiénes eran antes en su vida real, trayendo consecuencias graves con el pasar del tiempo.
¿Y qué pasa con las personas que aunque tengan bien asegurados sus perfiles en las redes sociales tienen huecos donde se conecta la información? Por ejemplo, en Facebook, uno decide que información compartir y que fotos subir, pero con la opción de “etiquetar” en las fotografías, cualquiera puede subir fotos de ti y hacerlas públicas, además de compartir información sin la necesidad de haberte consultado. También pueden hacerse conexiones de información con los post diversos que se van acumulando con el tiempo, analizando qué personas te los dejan, lo que dicen y con qué frecuencia, se puede hacer un análisis de los individuos con solo analizar las pequeñas conversaciones que se van dejando. Todo esto queda perfecto para acosadores-secuestradores o simplemente gente que quiere mantener vigiladas a sus “amistades”.
Entonces, ¿qué es lo mejor que se puede hacer? Algunos creen que una posible solución sea fragmentar la identidad en diversas identidades, que al fin de cuentas solo son una fracción de lo que realmente se quiere comunicar en la red, así solo las personas conocidas sabrán a qué te refieres cuando dejas algo en un sitio u otro. Otros tantos ven un panorama un tanto pesimista, que ya no se puede confiar en mucho y que si se quiere realmente vivir con la seguridad de que nada ni nadie hará mal uso de la propia identidad en línea, lo mejor es abstenerse de involucrarse en aplicaciones y redes sociales.
Candy E. G. Estrada
-La Olla Exprezza-
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