Facultad de Artes Visuales: de luto.

Hoy la Facultad de Artes Visuales fue visitada por diferentes enviados especiales de televisoras locales, al parecer a entrevistar al director. Y digo al parecer, porque  no estuve tan cercas cuando empezaron con la entrevista. Lo único que puedo confirmar, es que el dolor estaba presente en muchas personas que apreciaban sobremanera a nuestra colega.

 

Fue extraño ver todas esas camionetas y automóviles estacionados frente a la facultad, fue extraño ver a los camarógrafos ir de aquí para allá trayendo cables. Fue extraño ver todas esas cámaras instaladas donde se estaba realizando un altar, sencillo, solemne. Fue extraño ver a todas esas personas, que les dolía, que no sabían cómo reaccionar. Fue extraño ver a mis amigos sufrir.

Y es que uno piensa “nunca me va a pasar, nunca nos va a pasar”. Pero pasa, así nomás.

La pesadumbre fue generalizada, también la indignación, ese malestar provocado por la manera en que trataron la noticia, la forma en que abordaron los reporteros a la facultad sin ser precisamente invitados (o al menos eso me dejaron saber), pues llegaron a la institución por un post vía Facebook que convocaba a la comunidad estudiantil para rendirle homenaje a Lucila Quintanilla. La crítica fue inmediata, señalar a los periódicos por las fotografías amarillistas de portada no fue lo único, también el hecho de que revisaran su cuenta del Facebook (no estoy segura si solo el perfil público o si entraron de lleno a su cuenta) y publicaran cuanto encontraron. 

Indignación e impotencia fue lo que dominó el día, pues no solo quedó en la visita a la FAV por parte de los medios para entrevistar gente, sino que hasta al sepelio fueron a dar, a seguir “indagando” sobre la situación…

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Y aquí la opinión de esta servidora:

¿Quién era Lucila?, sinceramente, no la llegué a conocer, pero por la gente que movió, pude enterarme que era una de esas personas dignas de conocer. Era una colega diseñadora gráfica, era esa clase de persona que quería mover al mundo, y que lo pudo haber logrado… pues ya el día de hoy movió a toda una institución. Pudo haber hecho muchas cosas, ya iba a terminar la carrera, pero algo ocurrió y todos esos planes solo quedaron en eso: en planes.

¿Era realmente necesario que todo terminara así?, ¿acaso son cosas de la casualidad, o si pudo haberse evitado toda esta tragedia? Creo que muchos concordarán en que sí pudo haberse evitado todo esto, en que sí fue totalmente la culpa de terceros… ¿dónde quedaron esos días donde los lugares de mala muerte ya estaban delimitados, y la parte céntrica de la ciudad era propiedad de la población común?

Quisiera decir más, pero sencillamente no hay palabras… solo un sentimiento. Y ténganlo por seguro que esto va a hacer ruido por un buen rato, y que los universitarios no se van a quedar de brazos cruzados.

No estoy haciendo crítica política, simplemente estoy dando un punto de vista sobre un hecho y una realidad que estamos viviendo, todos y ahora.

Candy E. G. Estrada

-La Olla Exprezza-